Bloque 4: Literatura realista de la segunda mitad del siglo XIX
Tarea 1: Localiza una imagen de los dos representantes de la literatura realista: Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas Clarín.
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Benito Pérez Galdós |
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Leopoldo Alas Clarín |
Tarea 2: Busca tres portadas de libros de cada uno de los escritores mencionados.
¿A qué género literario se dedicaron?
- Benito Pérez Galdós:
· Bodas reales (Género Narrativo)
· Misericordia(Género Narrativo)
· Tormento (Género Narrativo)
- Leopoldo Alas Clarín
· Su hijo y la Regenta (Género Narrativo)
· El gallo de Sócrates (Género Narrativo)
·¡Adiós, Cordera! (Género Narrativo)
Tarea 3: Localiza el texto completo de La niña de los tres maridos de Fernán Caballero – se hará la lectura de este breve texto en el aula-. Aporta datos sobre la biografía de este autor.
Había un padre que tenía una hija muy hermosa, pero muy voluntariosa y terca. Se presentaron tres novios a cual más apuesto, que le pidieron su hija; él contestó que los tres tenían su beneplácito, y que preguntaría a su hija a cuál de ellos prefería.
Así lo hizo, y la niña le contestó que a los tres.
- Pero, hija, si eso no puede ser.
- Elijo a los tres - contestó la niña.
- Habla en razón, mujer - volvió a decir el padre -. ¿A cuál de ellos doy el sí?
- A los tres - volvió a contestar la niña, y no hubo quien la sacase de ahí.
El pobre padre se fue mohíno, y les dijo a los tres pretendientes que su hija los quería a los tres; pero que como eso no era posible, que él había determinado que se fuesen por esos mundos de Dios a buscar y traerles una cosa única en su especie, y aquel que trajese la mejor y más rara sería el que se casase con su hija.
Pusiéronse en camino, cada cual por su lado, y al cabo de mucho tiempo se volvieron a reunir allende los mares, en lejanas tierras, sin que ninguno hubiese hallado cosa hermosa y única en su especie.
Estando en estas tribulaciones, sin cesar de procurar lo que buscaban, se encontró el primero que había llegado con un viejecito, que le dijo si le quería comprar un espejito.
Contestó que no, puesto que para nada le podía servir aquel espejo, tan chico y tan feo.
Entonces el vendedor le dijo que tenía aquel espejo una gran virtud, y era que se veían en él las personas que su dueño deseaba ver; y habiéndose cerciorado de que ello era cierto, se lo compró por lo que le pidió.
El que había llegado el segundo, al pasar por una calle se encontró al mismo viejecito, que le preguntó si le quería comprar un botecito con bálsamo.
- ¿Para qué me ha de servir ese bálsamo? - preguntó al viejecito.
- Dios sabe - respondió éste -; pues este bálsamo tiene una gran virtud, que es la de hacer resucitar a los muertos.
En aquel momento acertó a pasar por allí un entierro; se fue a la caja, le echó una gota de bálsamo en la boca al difunto, que se levantó tan bueno y dispuesto, cargó con su ataúd y se fue a su casa; lo que visto por el segundo pretendiente, compró al viejecito su bálsamo por lo que le pidió.
Mientras el tercer pretendiente paseaba metido en sus conflictos por la orilla del mar, vio llegar sobre las olas una arca muy grande, y acercándose a la playa, se abrió, y salieron saltando en tierra infinidad de pasajeros.
El último, que era un viejecito, se acercó a él y le dijo si le quería comprar aquella arca.
-¿Para qué la quiero yo - respondió el pretendiente -, si no puede servir sino para hacer una hoguera?.
- No, señor - repuso el viejecito -, que posee una gran virtud, pues que en pocas horas lleva a su dueño y a los que con él se embarcan adonde apetecen ir y donde deseen. Ello es cierto; puede usted cerciorarse por estos pasajeros, que hace pocas horas se hallaban en las playas de España.
Cerciorose el caballero, y compró el arca por lo que le pidió su dueño.
Al día siguiente se reunieron los tres, y cada cual contó muy satisfecho que ya había hallado lo que deseaba, y que iba, pues, a regresar a España.
El primero dijo cómo había comprado un espejo, en el que se veía, con sólo desearlo, la persona ausente que se quería ver; y para probarlo presentó su espejo, deseando ver a la niña que todos tres pretendían. ¡Pero cual sería su asombro cuando la vieron tendida en un ataúd y muerta!
- Yo tengo - exclamó el que había comprado el bote - un bálsamo, que la resucitaría; pero de aquí a que lleguemos, ya estará enterrada y comida de gusanos.
- Pues yo tengo - dijo a su vez el que había comprado el arca - un arca que en pocas horas nos pondrá en España.
Corrieron entonces a embarcarse en el arca, y a las pocas horas saltaron en tierra, y se encaminaron al pueblo en que se hallaba el padre de su pretendida.
Hallaron a este en el mayor desconsuelo, por la muerte de su hija, que aún se hallaba de cuerpo presente.
Ellos le pidieron que los llevase a verla; y cuando estuvieron en el cuarto en que se encontraba el féretro, se acercó el que tenía el bálsamo, echó unas gotas sobre los labios de la difunta, la que se levantó tan buena y risueña de su ataúd, y volviéndose a su padre, le dijo:
- ¿Lo ve usted, padre, cómo los necesitaba a los tres?
- Resumen breve del texto.
Tres hombres van a donde el padre de la niña a pedirle la mano a su hija. El padre le pregunta a su hija que con cual de los tres se quiere quedar, y ella le responde que con los tres. El padre desconcertado, le dice a los tres pretendientes de su hija que fuesen a buscar una cosa única en su especie, y aquel que trajese la mejor y más rara sería el que se casase con su hija. Los tres muchachos van a buscar, cada uno, alguna cosa con la que poder agradar al padre. Uno de ellos, compra un espejo en el que puede ver reflejado a la persona en la que está pensando. Otro, compra un bálsamo que resucita a los muertos. Y el último, compra una barca rápida con la que poder llegar a los sitios en poco tiempo. Los tres hombres se juntan y contentos de lo comprado, empiezan a contarse uno a otro lo que han conseguido. El muchacho del espejo, ve en él que la niña a muerto, entonces deciden coger la barca e ir rápidamente a donde está ella, ya que con el bálsamo del otro podría resucitar la hija. Llegan al cuarto en donde se encuentra el féretro y piden que dejen verla, van a donde se encuentra ella y le echan en los labios un poco del bálsamo. De repente, ella abre los ojos y le dice a su padre: ¿lo ve usted, padre, cómo los necesitaba a los tres?
- El narrador:
El narrador está en tercera persona
- Los personajes y sus caracteres:
Los personajes son;
La niña que es la protagonista de la historia.
El padre: es quien decide qué hacer con los pretendientes de su hija.
1 er pretendiente: es uno de los chicos que pide la mano de la niña, y quien luego compra el espejo mágico.
2 do pretendiente: es uno de los chicos que pide la mano de la niña, y quien luego compra el bálsamo para resucitar a los muertos
3 er pretendiente: es uno de los chicos que pide la mano de la niña, y quien luego compra la rápida barca
- Tiempo y lugar:
La historia ocurre en un año.
- Explicar el final del cuento:
En el final del cuento la niña resucita gracias a las gotas del bálsamo.
- Opinión personal del cuento:
No me esperaba el final, que la hija resucitara. Me ha gustado mucho.